lunes, 4 de noviembre de 2013

POEMA SOBRE LOS DESAHUCIOS (DEDICADO A LA PAH )

 
Dedicado a todos aquellos afectados por una

cruel ley hipotecaria del siglo XIX. Y dedicado

especialmente a esa gran gente de la PAH,

por su valentía, por su tesón, por su justicia…
 
 
ALGO  QUEDARÁ


El pasado mes de mayo, el parque cerró a los niños.

Columpios averiados,

peligro inasumible.

Los hijos de los pobres, estarían sólo aburridos.


El pasado mes de junio, ningún camión rodeó mi casa.

Sí lo hizo un taxi,

sí lo hizo un pillo,

sólo vi un turista observando confundido.


El pasado mes de julio, la pareja no tomó café.

Sillas vacías en la terraza, esperaban sin esperanza,

nuevas historias, nuevas batallas,

nuevos ilusos, que disfrutaran.


El pasado mes de agosto, robaron en la tienda.

No era de joyas, ni de zapatos,

ni ultramarinos, ni de tabaco,

era de fruta, y digo era, porque cerró, y sin candado.


El pasado mes sin más, mi padre volvió del trabajo

antes de hora y cabizbajo,

con el almuerzo bajo el brazo.

Lo comería para la cena, mas sólo un pedazo.


Una semana antes, desde la habitación de mi ventana,

al fin vi un camión, venía a mi casa.

Se llevó muebles, se llevó camas.

Desechó libros, platos y tazas.


La tarde de ayer, en una casa vi mi ventana,

desde el otro lado

y por vez última,

más, jamás olvidaré, mi ventana de infancia.


Ni gente de verde, ni mi madre, ni mi padre,

lograron juntos sostener su casa.

La gente de azul, instada por la de negro,

nos invitaron a ver, de lejos, nuestra fachada.


Algo quedará, decía padre, por hacer.

¿Quedará algo?, contestaba madre, sin saber.

Algo quedará, decían los verdes animados.

¿Quedará algo? me decía yo asustado.


La tarde siguiente, visité mi ventana.

En soledad, me esperaba desde esa casa.

Adiós, le dije, pues cambié de colegio,

a uno de pobres, que queda lejos.


La tarde siguiente, pobre quedé, también de padre;

su corazón falló de añoranza, dijo mi madre.

Sé que de un balcón saltó, lo decía la gente;

no sólo perdió su casa, además, perdió su mente.


Algo quedará, decía mi madre.

Quedará esperanza, decía mi abuelo.

Quedará el recuerdo, decía mi alma.

Quedará justicia, decía mi anhelo.


En tiempo de polvo y ratas, buenos para poesía,

los ricos salen corriendo y quedan los pobres,

quedan los buenos, quedan los héroes

de lucha y denuedo.


La tierra siempre la levantan los de abajo,

manden, bien o mal, los de arriba.

y mi padre, lo dio todo,

no me falló nunca, pues dio su vida.

viernes, 26 de julio de 2013

SPOILERS DE MIS NOVELAS

SPOILERS DE MIS NOVELAS

(Para los que no se resisten a conocer el argumento)


       En esta sección desentrañaré  las tramas de mis últimas novelas (salvo sus capítulos finales) para aquellos a los que les gusta saber exactamente que se van a encontrar a la hora de abrir el libro. Por tanto, advierto a los lectores adictos al factor sorpresa que no continuen leyendo las siguientes líneas, quizás les estropee algunos alicientes de estas originales aventuras.
     Una cosa más. Si eres de la Generación X (años 1960-1980), que sepas que ambas novelas están especialmente escritas para ti.



COMPLICACIONES DE LA VIDA REAL: MÁS  ALLÁ  DE  LO  ABSURDO



Spoiler
        
        Wenceslao Carrasco Sotomayor es un informático treintañero, algo simple y casacarrabias que aún vive en casa de sus padres y que está deseando echarse novia. Sin embargo, no encaja exactamente en el prototipo de gran pretendiente. Todo lo contrario, es un completo desastre, aunque se lo toma con muchísimo sentido del humor.
         Un día cualquiera, en un curioso incidente, le cabrean de tal modo que estallá y acaba orinando descaradamente en el interior de un edificio público, en presencia de varios empleados.
    A pesar de guardar sus motivos, nadie se digna a confraternizar con su situación. Esta inocente trifulca será el inicio de un enorme cúmulo de acontecimientos desternillantes que no harán sino complicarle la vida más y más: problemas con Hacienda, el robo de su cartera, suplantación de su identidad, un fraude que lo endeudará terriblemente, pérdida del trabajo, rechazos amorosos, problemas mentales, líos con la policía y una alocada venganza son algunos de los sucesos que nos narrá en persona Wenceslao Carraco Sotomayor, el propio protagonista, en un original diario personal que su psicólogo le recomienda como terapia.
    
     Lo más increíble de todo es que las surrealistas tribulaciones se encuentran basadas en hechos reales. Si el lector lo recuerda mientras lee este alocado diario, quizás pare de reirse en algunos momentos para reflexionar sobre las vergonzantes situaciones que nos rodean.

      El final depara una gran sorpresa, y ésta no puedo desvelarla. Solamente una cosa más: si has nacido entre 1970 y 1985, que sepas que esta novela va dirigida especialmente para ti.

      Una agradable lectura para aquellos que se animen a disfrutar de una obra "made in Spain", de un género algo infravalorado pero de los que no se olvidan: la literatura humorística.








 LARGA  TRAVESÍA  DE UN  PEÓN  DE  NEGRAS
 

Spoiler
     A pesar de su brutal dramatismo, la presente novela también alberga momentos divertidos, pero sobre todo, es un mapa del destino que te dejará una huella de esperanza y optimismo tras leer su última página.

    El protagonista es un joven adolescente huérfano, tímido y melancólico que intenta suicidarse tras perder a su único amigo de infancia. Tras esta grave crisis, optará por cortar por lo sano y huir de casa sin dejar el más mínimo rastro. Simplemente con una mochila y un poco de dinero, se propondrá encontrar un lugar en el que nadie le conozca para recomenzar su vida desde cero.

    Aún así, parece como si el joven estuviera maldecido con mal de ojo y el destino no parará de jugarle malas pasadas contra las que intentará luchar con todas sus fuerzas. Sin más armas que su voluntad, en una batalla de David contra Goliath.

    ¿Vencerá? ¿O quizás cuando el verdadero infierno a veces es la propia vida, la mejor opción sea el suicidio? ¿Cuáles son los límites? ¿A qué se puede llamar felicidad para que merezca la pena vivir? La complejidad de todas estas preguntas  será afrontada por un adolescente obligado a sufrir desde sus primeros años de vida la ira de Dios o de quién quiera que nos mire desde el otro lado. Ismael madurará rápidamente y aprenderá a afrontar las enormes dificultades que usualmente entraña esto de vivir. Su historia no te dejará indiferente. Es posible que compartáis muchas cosas en común.

jueves, 21 de febrero de 2013

BIOGRAFÍA DEL ESCRITOR

   Biografía  de  Diego A.O. 



     Diego A.O. se define ante todo como un ciudadano normal. Suele ver las noticias, tomar café, debatir de política, leer novelas, practicar deporte e incluso estar desempleado. Y como cualquier ser humano, posee algunos sueños y ambiciones que le gustaría hacer realidad. Uno de ellos es dedicarse a la escritura. Ha editado dos novelas con buena acogida crítica pero, muy a su pesar, de reducida extensión geográfica, como 2 ó 3 provincias o 9.000 campos de fútbol. Desarrolla la presente afición por las letras desde que estudiaba la sintaxis en el instituto. Ganó varios premios literarios de categoría local que le alentaron a soñar. Sin embargo, influido por esta insidiosa sociedad capitalista, decidió volcar sus esfuerzos académicos en estudios de ciencias empresariales. Acabados pero no amortizados. Actualmente, intenta reconducir su formación con el título universitario de Geografía e Historia, que será de gran ayuda si algún día goza de la oportunidad de poder desplegar por la península su pasión literaria.

     Asimismo ha desempeñado oficios de toda índole. Todos ellos pertenecientes a la base de la pirámide salarial (a la vez que los más importantes). Trabajos que van desde camarero a ferrallista le han servido para nutrirse de experiencias con las que consolidar de forma realista sus tramas argumentales y descriptivas.

      Para avanzar en el estudio de su persona cabe señalar que  Diego A.O. vio por vez primera este curioso mundo hacia 1.977. El lugar de nacimiento no tiene importancia, nadie se acuerda de su vida hasta los 3 años. Eso sí, la profunda impronta de la infancia se materializó en La Mancha, concretamente en un pueblo llamado Villarrobledo, aunque actualmente vive en Zamora. Se educó, por tanto, dentro de esta ambivalente sociedad hispánica; con los divergentes valores culturales que ello implica. Aún así, considera que ha conseguido desligarse de las encorsetadas reglas morales que nos inculcan a todos desde pequeños. Siempre ha intentado, por tanto, respetar una lista básica de principios que, entre otros, incluyen: la humildad, la solidaridad, la autocrítica y la felicidad. Al mismo tiempo, reconoce que no es capaz de cumplirlos al 100% debido al complejo equilibrio que suponen los mismos (pasar de bueno a tonto es cuestión de un segundo), aunque no cesa de intentarlo cada día. Y aunque conoce a muchas personas de muchísima más valía que él, se consuela con aquella frase que dice: “No ser de lo peor que hay es estar casi a nivel de un elogio”.

      Sus novelas se encuentran marcadas por las lacras sociales. No obstante, prefiere no considerarse como una persona “de izquierdas” aunque comparta el 90% de sus ideales. De acuerdo con ello, detesta la desigualdad social, la lobotomización mediática, la violencia, y crueles espectáculos como la tauromaquia. Todo ello influye en el carácter reivindicativo de sus relatos. Con esta faceta didáctica unida a un ingenioso sentido del humor intenta atraerse a un mínimo de lectores que le permitan vivir de este oficio. Desgraciadamente, cree que la Literatura tal y como la hemos conocido está tocada de muerte, y que nos encaminamos hacia un mundo en el que escribirán las editoriales, y no los escritores; a la vez que los lectores leerán lo que se vende, y no lo que se escribe.